La noche se convirtió en una hoja de recuerdos. Una historia de mi libro. Anónima

¿Quién logra olvidar con el tiempo? – me preguntó. Callada y un poco acaba… encendí un cigarrillo y suspire un poco, le respondí: "Nadie logra olvidar siempre y cuando siga queriendo a la persona; la tendrá en su mente y esta se reproducirá como la música, así la odie más a que a nada esas serán razones suficientes para recordar. Y recordar no es olvidar amigo mío." – Le respondí, aspire y solté el humo de mi cigarrillo... vi como el humo se esparcía hasta desaparecer. Él se mantuvo en silencio sin decir nada, al voltear no había nadie.

Las noches más callada de mis días comenzaban. La verdad no sabía que pasaba conmigo, agobiada por todo, la gente, el mundo, mi aspecto… el dilema de vivir y no querer hacerlo por ser inconforme, no valorar nada y apagarme cada vez más. Me creía un ser diferente a los demás. Algo oscura y sin luz, no diabólica si no, ¡increíble para todos! Odiar la lluvia cuando amo bañarme en ella, la más grande estupidez de la humanidad que escapa de ella, y al llegar a casa terminar bañándose en cuatro paredes, pensando en tonterías e imaginando cosas sucias.

¿Has soñado que mueres? Yo sí, y es sentir un vacío hasta logra despertar. Quizás morir sea nacer de nuevo, morir y al irte salir en el cuerpo de un bebé del vientre de su madre, sin recordar, así lo pienso. ¿Para qué tantas almas? Si basta con la que ya existen, ¿para qué nuevas? El mundo es egoísta.

Estas líneas las escribí cuando desperté, creo que algo paso y no recuerdo pero he florecido como una flor marchita luego de ser bendecida por la lluvia.

 El ángel de la casa nunca aviso que se iría y el sin saberlo seguía con sus días más tranquilos, la reina de la casa nunca pensó que su sonrisa se convertiría en lágrimas. Que las ganas de comer se convertirían en dormir, y que la vida se detendría para todos, entre tanta confusión y la suave melodía de las mañanas los pájaros comienzan a cantar cerca de la ventana, los arboles sus hojas abren y un nuevo día está por comenzar. El frío aún permanece impregnado en todas las paredes y el aroma a café se riega por toda la casa, los pasillos y sobre pasa las puertas y despierta a quien duerme; los buenos días escuchados son, así como la despedida de un: “nos vemos pronto”  sin saber que se convertiría en un hasta luego, o un hasta siempre querido mío.

La misma rutina en el mundo, despertar  y hacer los deberes, trabajar, estudiar y luchar para ser feliz, para sonreír y estar presente. Sentada bajo la sombra de mi árbol preferido pensé en tantas preguntas, con un miedo que comienza a galopar todo mi cuerpo, la silla deja de moverse, la música se para, los pájaros callan, solo los latidos del corazón se pueden escuchar, y es sentir como una casa vacía se puede convertir en algo relajante pero a la vez... algo deprimente. Las ganas de morir una vez más llegan pero saber que hay que seguir adelante es estar alcanzando la mayor felicidad.

Los mejores abrazos en casa, son los que la reina prefiere... esos  "te quiero y te amo" son la parte favorita cuando sus retoños llegan a casa, el hermano querido y los niños corriendo por los pasillos, una cena en familia lo mejor de la noche, las bromas algo locas pero divertidas, y un abrazo cálido y apretado llenan de vida a la reina de la casa, la mejor medicina para el estrés y el dolor de cabeza. Observar cómo los años han pasado tan rápido, la vida cambia y los latidos por el amor son demasiados grandes, la música favorita, las mejores líneas de un libro, ver como el día comienza y como termina, una lámpara que se enciende apunto de apagarse, es probable que nadie se prepare o esté preparado para tocar la puerta y decir me siento mal, necesito ayuda, dame un abrazo. Por favor.

— Estaré aquí sentada viendo como los días del mundo pasan, como las estrellas fugases se van de mi cielo oscuro, ver como las personas llegan y verlas como se van de mí, verlas sonreír y decirles hasta luego. Gritare al mundo que estoy esperando de la vida, un nuevo vivir... que todo cambie y que nadie se vaya, que la felicidad solo reine y que el odio nunca pueda plasmarlo en mis líneas futuras, que el odio se convierta en te amo y que la muerte se convierta en vivir para siempre.—

...cuando transite por las avenidas me estacionare para respirar, y  así sentir que mi corazón late, sentir el aire entrando en mi piel, viajar por todos lados, sonreír sin parar, montar a caballo por los valles a lo lejos de la ciudad, intentare cenar con personas que me inspiren, que me guíen y que me hagan feliz. Dormiré sabiendo que al despertar estaré quitándome las sabanas del miedo que invade mi cuerpo y diré: “Estoy presente y es por mí, no por ellos”, vamos que el libro de la vida nadie lo lee y menos si es el tuyo para recordar tus miedos y observar tus fallas, de las hojas rotas hay que buscar la manera de repararlas y darle imaginación, esa será la parte más divertida y si entristezco dormiré. Callare. y sin razón algunas mis lágrimas como río correrán por toda mi cara, sabiendo que la reina de la casa su corazón va a detener.

Un solo día basto para darse cuenta de lo que estaba perdiendo y que nunca más podría verle, besarle, darle amor, y estar a su lado. Bajo la tormenta sintió romper su cuerda al caer, su desesperación la hizo gritar de dolor como nunca alguien había gritado, no podría devolver el tiempo, no podía para con el dolor, su alma estaba quebrada su retoño se había marchado y por la mañana le había dado un beso y le dijo hasta luego, sin pensar que ese sería el último momento juntos, el piano se destrozó y la copa de amor de su casa cayó y se partió en mil pedazos, así estaba ella, así lo estará siempre y nada podrá repararse. Nadie ayuda a las personas para calmar con un dolor, bueno creo que sí, si. la verdad si, igual nada cambia, las hojas secas de los árboles que rodean la casa se estaban cayendo arropando todo el techo, una casa abandonada, oscuridad que estaba cegando a todos, por su parte ella se miraba al espejo y terminaba en el suelo llorando todas las noches y sin creer en nadie ni siquiera en Dios para ella nada en que sostenerse, destrozar todo para poder sentirse un poco mejor, dormir y despertar sabiendo que la realidad dolía tanto que nadie podía calmar con solo un té, por las noches sus pensamientos se esparcían en todas las direcciones buscando respuestas, con miedo a avanzar con miedo de vivir, la reina de la casa su mirada bajo, su sonrisa nunca más por los días se observó, los niños que corrían por los pasillos ya no se encontraban, y la casa sucia estaba, la cocina perdió su brillo, las luces se quemaron, los cuadros estaban dañados por el destrozo que esta había causado, pero su corazón por dentro estaba peor, estaba muriendo lentamente o dejándose morir sin saber que ella como la reina de la casa estaba lastimándose y lastimando a otros a los que aun la aman y la amaran por siempre.

El último beso llego, y el adiós definitivo a su alma en ese momento tuvo que dar, el callado le dijo te amo, sus lágrimas salían y perdió el control dejo caerse por el dolor como una torre, la fuerza fue perdiendo y su cuerpo cansado en una cama tubo que reposar, esta noche bajo la música y mis paredes siento como esto puede arrugar mi alma, y no puedo evitar estar un poco triste al saber cómo una persona puede irse sin decir adiós y que no estar preparado para lo peor toma por sorpresa, todas las noches la silla vacía estaba.

Los días por más oscuro que fueron y por más difícil de tener que tomar el tren del tiempo había que continuar, una fotografía en la mesa reposa todas las noches, los mejores momentos esos que nunca más se volverán a repetir pero el saber que hubo tanto amor puede calmar esto que siento, que su ropa aun huele a limpia, y que la reina de la casa tuvo que aprender a continuar, que el mundo no se detiene y que el de ella sí lo hizo pero había que continuar.

Ella estaba aún enojada con la vida porque se lo habían arrebatado y pareciera injusto que las mejores personas en el mundo duran se marchasen pronto. En los últimos 15 años ha aprendido a vivir sin su amor, le sigue esperando, aun imagina verle llegar por la puerta principal; aprender a estar en casa fue algo muy difícil, así como es difícil aparentar una sonrisa ante la gente cuando la verdad quieres es caer en sus brazos y llorar sin parar, sentir libertad luego de tanta fraternidad por ese año que cambio todo, su cara cambio, dejo de comer y se enfermó. la reina de la casa necesitaba ayuda para salir adelante, ven a casa que falta algo por hacer juntos le decía ella mientras lo mira en su foto. Los días pasaron, los meses y los años igual pasaron y tantos momentos que se perdieron, solo un último adiós y ser llevado en el corazón.

Yo nunca estaré preparada para decirle adiós a alguien que amo tanto, nunca estaré preparada para verme frente a un espejo y ver como mi rostro se pierde en dolor, no. Jamás lo estaré, ella tuvo que continuar a vivir con una falta en sus vida... ya nada podía hacer debía continuar y así lo hizo, fue un poco triste lo que paso por que todos los sueños murieron en ese instante, pero la vida de la reina de la casa logro retoñar, el jardín sus flores fue mostrando, el árbol fue posada para muchos pájaros, la luz volvió a entrar en la casa y todo tenía que volver a su lugar, los aires cálidos volvieron, finalmente volvieron a sonreír, sé que lo hicieron porque esto así, y quizás tu nunca tampoco estés preparado para decir adiós, nunca lo vas a estar.

Cerré mi libro escrito por mi en lápiz grafito, he escrito desde cuentos hasta historias reales, esta es una de ellas. Al cerrarlo mire arriba y sonreí, salí al jardín y vi como mis flores favoritas se esparcían y el suelo estaba cubierto por una alfombra de pétalos de rosas de distintos colores, y si. Como una rosa la vida se retoña, se seca y vuelve a nacer, el dolor de la vida es la espina de cada rama de las rosas, y cada salpicar de tu sangre se convierte el en recuerdo exacto que mantendrá tu mente activa. Por que recordar no es olvidar amigo mio. 

No daré mi nombre, quedare en anónima por siempre.

Hace 8 meses escribí esto. Mi lado femenino quizás siempre sea el mas dañino de todos. 

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